En la explanada antes de partir y mientras hacíamos las presentaciones pertinentes y nos saludábamos los que ya nos conocíamos pudimos comprobar que el día aunque soleado iba a ser mas bien fresquito así que nos pusimos en marcha sin perder mucho tiempo.
En torno a las 9:15 arrancó la expedición a ritmo globero en los primeros kilómetros donde fuimos charlando de nuestras cosas y casi sin darnos cuenta nos plantamos en Griñón.
Hasta aquí lo más reseñable es que seguía haciendo un frío del carajo y nuestros pies parecían ser de otro cuerpo porque no los sentíamos. Cruzamos una carretera para continuar en dirección Carranque y a partir de aquí el ritmo se fue alegrando y aunque el camino era un falso llano que picaba hacia abajo el grupo se estiró, dejando en cabeza a los que más andan, como es natural.
Vino bien el cambio de ritmo para que la temperatura del cuerpo nos subiera ya que la rasca era de campeonato.
Y con estas llegamos a Cedillo del Condado donde paramos para reagruparnos y mientras esperábamos a que el grupo estuviera completo el frío te iba calando hasta los huesos. Nos pusimos en marcha de nuevo y cruzamos el pueblo como si de una salida neutralizada se tratara, pero eso si, a la salida del pueblo y al pisar camino de nuevo empezamos a dar pedales como locos, los que iban por delante se echaban piques continuamente y los que iban por detrás solo pensaban en poder coger a los que iban en cabeza.
Tras la foto emprendimos el regreso con la mala fortuna de que el aire ahora lo teníamos en contra y por lo bajo de su temperatura te cortaba la cara y te helaba los pulmones. Por esta razón aplicamos el mejor remedio para evitar la hipotermia, apretar los dientes y dar pedales como posesos.
De esta forma fuimos trasegando los kilómetros recorridos con el grupo muy estirado debido al intenso ritmo que se impuso desde la filas de delante. Nos reagrupamos en Cedillos del Condado y de ahí casi del tirón hasta llegar a Loranca.
La ruta tocó a su fin en torno a las 13:20 hora zulú, con una media de 22Km/h y una distancia de 73 Km, y aún a riesgo de ser cansino debo repetir que con un frío de la releche. En la explanada nos hicimos otra foto de rigor y tras despedirnos y desearnos feliz Navidad cada mochuelo se fue a su olivo a darse una ducha con agua hirviendo.
La compañía fue inmejorable una vez mas, casi se puede decir que es lo mejor de este deporte.
Saludos a todos y hasta la próxima.
Aqui os dejo el resto de fotos: